Cinco conscriptos contaron lo que sabían
Tras 35 años, un coronel fue detenido por delitos de lesa humanidad
Publicado el 30 de Abril de 2011
Por Franco Mizrahi
Se trata de Carlos Tomás Macedra, está acusado del homicidio de Florencia Villagra y del secuestro y la desaparición de Gustavo Cabezas, en mayo de 1976. Ante el juez Yalj se negó a declarar.
La declaración de cinco conscriptos 35 años después del crimen llevó a la detención del coronel retirado Carlos Tomás Macedra, a quien se acusa del homicidio alevoso de la militante Florencia María Villagra y de la privación ilegal de la libertad de Gustavo Alejandro Cabezas.
En base a los testimonios recogidos por el juez federal Juan Manuel Yalj, se supo que en la madrugada del 10 de mayo de 1976, Villagra, Cabezas y José Carballo fueron interceptados por una camioneta militar cuando repartían volantes en la plaza 9 de Julio, en la localidad bonaerense de Martínez. El entonces teniente primero Macedra comandaba el grupo de soldados que realizó el procedimiento.
Al ver el vehículo del Ejército, los militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) intentaron escapar. Carballo (22) logró subirse a un colectivo y burlar la encerrona de los militares, pero los jóvenes Villagra (19) y Cabezas (17) no tuvieron esa suerte. Rodeados por los “colimbas”, Macedra se acercó a Cabezas y desenfundando su pistola reglamentaria calibre 45, le pegó un culatazo en la cabeza al grito de “contá todo lo que sabés”. Segundos después, el jefe del operativo ordenó a los soldados que subieran los chicos a una de las dos camionetas verde oliva que los transportaban.
Florencia observaba que introducían a su compañero boca abajo en la caja del vehículo, pero logró librarse del soldado que la sujetaba y echó a correr. Cuando estaba a unos 30 metros, Macedra le gritó que se detuviera y gatilló dos veces al aire. Un tercer disparo fue directo a la espalda de la adolescente. Florencia murió al instante por una hemorragia masiva aguda. Uno de los conscriptos quiso auxiliarla, pero Macedra le dijo que no intentara nada. “Dejala que ya se muere.” El entonces teniente primero sabía que su disparo había sido fatal.
Florencia provenía de una familia tradicional de San Isidro y era hermana del dirigente montonero Pepe Villagra.
Gustavo Alejandro Cabezas, desde entonces, integra la lista de desaparecidos. Todo indica que fue trasladado a Campo de Mayo. Desde el día que lo secuestraron, la tragedia se extendió a su familia. Su madre, Thelma Jara de Cabezas, comenzó a buscarlo desesperadamente hasta que la noche del 30 de abril de 1979 fue secuestrada y llevada a la Escuela de Mecánica de la Armada. Por intermedio de su torturador, Ricardo Cavallo, fue entrevistada por la revista Para Ti mientras estuvo en cautiverio y obligada a declarar contra su hijo.
Por ese célebre artículo (“Habla la madre de un subversivo muerto”), ideado para contrarrestar “la campaña antiargentina en el exterior”, durante la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a la Argentina, Thelma denunció en 1984 a la Editorial Atlántida y a los responsables de la publicación. La causa que investiga el rol de los civiles en la dictadura sigue avanzando en la justicia federal y el año pasado ganó impulso porque se agregó una nueva acusación contra la misma editorial (por el caso de Alejandrina Barri). Además de Thelma, en 1980 también secuestraron a Daniel Cabezas, hermano de Gustavo, quien luego fue liberado.
El episodio protagonizado por Macedra 35 años atrás se pudo reconstruir gracias al testimonio de cinco conscriptos que viajaban en la camioneta militar. Según relataron, fue tal el impacto por el asesinato de Florencia que al volver al regimiento armaron una huelga de hambre y le dijeron a su superior que no volverían a salir en un operativo. Pero los conscriptos formaban parte de los grupos que conducía el teniente primero –quien se desempeñaba en la Escuela de Comunicaciones de Campo de Mayo– y el miedo pudo más.
Por la desaparición de Gustavo Cabezas, también deberán declarar los detenidos Santiago Omar Riveros, entonces comandante del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo, y quien fuera el jefe de Área en aquellos años, Eduardo Corrado.
El miércoles pasado, y ante las contundentes pruebas en su contra, Macedra se negó a declarar. A la espera de una nueva resolución judicial permanecerá detenido en el Penal de Marcos Paz.
Fuente: Tiempo Argentino
No hay comentarios:
Publicar un comentario