La internacionalización del Renminbi fue un tema candente durante el recién concluido Foro de Bo’ao en China.
Según comentan medios extranjeros, no resultaría sorpresiva la eventual conversión del yuan en una de las principales monedas de circulación internacional. Se trata de un resultado inevitable de la emergencia de China como mayor exportadora y segunda economía en el mundo. La tendencia a la internacionalización del Renminbi conduciría a una “revolución monetaria”, que ejercería importante influencia sobre el mercado mundial.
Para aliviar la presión inflacionaria de acuerdo con la situación monetaria interna y la externa, la internacionalización del Renminbi será una tendencia inevitable, dijo Li Xiaojia, responsable de la administración de la Compañía Hong Kong Exchanges and Clearing Limited. En los últimos 30 años de reforma y apertura, China ha exportado gran número de mercancías e introducido cuantiosos fondos foráneos. Es imperativo internacionalizar la moneda china para pasar de la importación a la exportación de fondos, agregó.
Lim Siang Chai, viceministro de Finanzas de Malasia, cree que una moneda única en Asia, donde la mayoría de los países son economías emergentes con facilidad para atraer flujos de capital especulativo de los países desarrollados, podría disminuir los riesgos de fluctuación en los tipos de cambio y ayudar a impulsar el comercio regional.
“China debería liderar una moneda única para Asia dado el tamaño de su economía”, dijo este jueves (28/04).
Una moneda única en Asia, donde la mayoría de los países son economías emergentes con facilidad para atraer flujos de capital especulativo de los países desarrollados, podría disminuir los riesgos de fluctuación en los tipos de cambio y ayudar a impulsar el comercio regional, según declaró Lim en una entrevista exclusiva con el diario ‘China Daily’.
“Sin el liderazgo chino, es difícil para Asia alcanzar el objetivo de una moneda única”, afirmó el viceministro, quien añade que con el aumento del comercio entre China y la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) desde la implementación de la Zona de Libre Comercio China-ASEAN, la adopción de una moneda única reduciría también los costes de las transacciones para el establecimiento del comercio.
La Zona de Libre Comercio China - ASEAN, la más poblada del mundo, cubre alrededor de 1.900 millones de personas y entró en funcionamiento el 1 de enero de 2010.
Malasia ha venido siendo el mayor socio comercial de China entre los 10 miembros de la ASEAN durante 3 años consecutivos, mientras que China ha sido el mayor socio comercial de Malasia durante 2 años.
Las palabras de Chai están en línea con los pedidos internacionales de liberar el yuan cuyo bajo valor favorece las exportaciones chinas (en perjuicio de las economías de los países que importan esos productos -dumping- o que compiten en el comercio internacional.
El gobernador del Banco Central de China, Zhou Xiaochuan, aseguró el pasado 16/04 que el gobierno incrementará gradualmente la flexibilidad de los controles de tipo de cambio del yuan, como lo viene solicitando la comunidad internacional, pero no aclaró cuando.
También se constata un creciente uso del yuan en las operaciones internacionales. Las transacciones internacionales realizadas en la moneda china el pasado año equivalieron a US$ 58.700 millones, lo que supera en 13 veces el registro de 2009.
Vale recordar que tal como quería Francia, se logró el apoyo del G-20 para que el yuan sea nueva divisa de referencia. Es así que, el yuan chino tendrá un lugar de privilegio en el sistema monetario y entre las monedas de referencia que componen la cesta de divisas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que sirve para poder calcular los derechos especiales de giro.
A partir de esto, el yuan contará con mucha más atención de parte de los mercados, más de la que se le dispensaba y para China significa refleja la importancia que hoy tiene en la economía mundial.
Si bien y como han aclarado, este nuevo integrante en la cesta de divisas de referencias no indica que el dólar pierda terreno hacia su reemplazo como factor de referencia en la economía mundial algo que junto al petróleo seguirán reinando por varias décadas más. Pero no ad infinitum.
De manera que el G-20, reconoce al yuan dándole paso a que integre la cesta de divisas de derechos especiales de giro (DEG) del FMI, y sumándose al dólar, el euro, la libra esterlina y el yen. Para ello se establecerá un calendario que permita incluir el yuan, ya que no será de inmediato.
Recuerda Alejandro Nadal de La Jornada que algunas proyecciones del FMI indican que en 2016 USA dejará de ser la economía más grande del mundo y será superada por la de la República Popular China. En términos de la paridad de poder de compra la economía china pasará de 11.2 a 19 billones de dólares entre 2011 y 2016, mientras la estadounidense pasará de 15.2 a 18.8 billones en el mismo periodo.
Muchos piensan que, en ese caso, el renminbi podría convertirse en la nueva moneda de reserva internacional. No necesariamente. El tamaño de una economía es siempre objeto de debate. La paridad de poder de compra no es el mejor indicador porque los precios de los bienes no comerciables pueden distorsionar la medida. Para jerarquizar por tamaños a las economías del mundo, es preferible utilizar el PIB a precios corrientes. Claro, aquí también juega un papel importante el tipo de cambio utilizado. Pero en el caso de las economías de China y USA, casi con cualquier paridad plausible la segunda seguirá siendo la más grande del mundo en 2016.
Aún cuando la economía china se convierta en la más grande del mundo, eso no es suficiente para que su moneda sea la divisa de referencia internacional. Para ello se requiere que existan los mecanismos que permitan tener acceso al renminbi en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades de liquidez de la economía mundial. Una variable poco posible sería que China mantuviera de manera sistemática un déficit en su cuenta corriente, por ejemplo, aumentando el consumo. Parece que el superávit chino seguirá siendo parte integral del paisaje económico internacional por varios años.
Otra posibilidad es que China termine por abrir completamente sus mercados financieros para que cualquier extranjero pueda adquirir títulos denominados en renminbi en cantidades importantes. Pero para ello será necesario un paquete de reformas en el sistema bancario y no bancario que hoy por hoy la administración en Beijing se resiste a impulsar.
Sin embargo, otros autores como Sudipto Mundle, ven una solución al problema arriba planteado en los derechos especiales de giros (DEG) donde recuerda que a principios de este mes, el bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) acordó en la cumbre celebrada en Sanya, China, establecer líneas de crédito recíproco en moneda local.
A primera vista, esto parecería un esfuerzo inocuo por los países de más rápido crecimiento del mundo para fortalecer su relación mutua. Sin embargo, en el contexto de las nuevas relaciones de poder mundial, este es otro paso importante en la iniciativa de China para poner fin al reinado del dólar como única moneda mundial de reserva.
China está efectivamente en campaña por destronar al dólar. Poco antes de la cumbre del G20 en Londres, el gobernador del banco central de China anunció que el dólar debía ser sustituido por DEG. Este es un enfoque perspicaz. Aproximadamente la mitad de las reservas de cambio extranjero de China de US$ 2 billones se habrían mantenido en activos denominados en dólares, como de hecho lo hacen la mayoría de los bancos centrales.
Esta gran exposición implica que una depreciación importante del dólar erosiona fuertemente el valor de estos activos. Al mismo tiempo, una gran diversificación de estas reservas en detrimento del dólar no sería una opción. Ese movimiento daría lugar a una fuerte depreciación del dólar.
Pero el tipo de cambio de DEG es un promedio de una canasta de monedas convertibles, y un intercambio de dólares por DEGs en un determinado tipo de cambio permitiría que China y otros países reduzcan significativamente su exposición al dólar sin ningún tipo de erosión al valor de sus reservas. Por supuesto, también pondría fin al reinado del dólar.
Por el momento, la mayoría de los analistas desestima la iniciativa china como impracticable e inviable. Sin embargo, China ha tomado varias medidas estratégicas para llevar adelante su programa a través de rutas alternativas. Ha establecido acuerdos de intercambio de divisas (swaps) con varios países en desarrollo, que protegen su comercio con China contra el riesgo de depreciación de sus monedas. De un valor inicial de estos acuerdos bastante modesto (menos de US$ 100 mil millones) ha pasado en los últimos 2 años a casi cubrir la totalidad del tráfico de estos países con China.
Al parecer, Rusia también ha optado por el mismo enfoque. China también está liderando la iniciativa de un Fondo Monetario Asiático. El FMI se opuso vehementemente a la idea cuando fue planteada originalmente por el Japón durante la crisis financiera asiática. Sin embargo, la idea fue revivida un año más tarde con la iniciativa de Chiang Mai de la ASEAN+3 (China, Japón, Corea), y finalmente se hizo realidad cuando el fondo fue lanzado en 2009, esta vez con el apoyo del FMI. El capital inicial del fondo era bastante modesto. Sin embargo, este fondo podría llegar a ser ampliado para cubrir el riesgo cambiario entero del comercio de la ASEAN+3.
Sumado a lo anterior, China ha llevado la última iniciativa de establecer líneas de crédito recíproco en monedas locales para proteger el comercio intra-BRICS del riesgo cambiario. El volumen de este comercio es de alrededor de US$ 230 mil millones en la actualidad, solo una medida de su potencial. Los países BRICS en conjunto representan más del 15% del comercio mundial, por valor de más de US$ 4.5 trillones. Por lo tanto, China ha llevado a la creación de tres circuitos de acumulación de dólares del comercio con acuerdos de protección de divisas que abarca a los países BRIC, a los países de la ASEAN+3, y a muchos países en desarrollo de África y América Latina.
Estos acuerdos se encuentran en sus etapas embrionarias. Los volúmenes son aún pequeños. Sin embargo, son países dinámicos y del más rápido crecimiento en el mundo, y el comercio entre ellos está creciendo mucho más rápido que la tasa media de crecimiento del comercio mundial. En otras palabras, la hoja de ruta para el comercio no denominado en dólares, de seguir expandiéndose, podría llevar a cubrir todo el comercio excepto con América del Norte (USA y Canadá) y Europa. El resto del mundo, sucumbiría a la nueva moneda. Si eso sucede, el reinado del dólar habría terminado, y la cuestión de si es o no puede ser sustituido por DEG ya no sería pertinente.
Hay que recordar que la libra esterlina también supo ser moneda de reserva internacional. Con la caída del imperio británico, el proceso de descolonización y las 2 guerras mundiales, su poder se desvaneció y no pasó mucho tiempo para que USA y Francia pusiesen fin al reinado de la libra. ¿Es entonces tan poco realista imaginar que como el poder de USA decae, el reinado del dólar como moneda de reserva será sustituido por derechos especiales de giro, los swaps de monedas distintas del dólar de divisas, la moneda local o las líneas de crédito para el comercio y otros acuerdos de esta índole?
¿Cómo pueden otros países prepararse para ese posible o probable resultado? Pues deben integrarse en los acuerdos de divisas que se están forjando a nivel mundial como lo es el caso de los BRICS. No sin dejar de tener presente que USA y la UE seguirán siendo socios comerciales importantes en el mismo futuro previsible.
Fuente: Urgente 24
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