lunes, 9 de mayo de 2011

Para terminar con la exclusión de los peruanos en el exterior

Por Lucía Alvites para APCS (Perú Gana). Uno de los “rostros” de la desigualdad y la exclusión ciudadana en el Perú actual es el de los peruanos y peruanas en el exterior, a pesar de ser alrededor de 3 millones de connacionales, con al menos dos familiares directos en Perú, cada uno, interesados en su situación, es decir, otros 6 millones de peruanos/as. Aunque no existe ninguna norma constitucional que disminuya la ciudadanía de los peruanos por el hecho de residir en un país diferente del Perú (Constitución Política del Perú. Arts. 1°, 2° y 33°), y que por el contrario explícitamente la Constitución garantiza la igualdad ante la Ley y la no discriminación en base a diferencias de “cualquier índole” (Art. 2°, N° 2), es un hecho que en la práctica y desde hace al menos tres décadas de constante y creciente emigración, estos ciudadanos son una de las expresiones de la desigualdad en el acceso a las oportunidades, en el ejercicio de los derechos y deberes de los ciudadanos/as, y en la capacidad de representación. Aunque son el 3.7% del padrón electoral total del Perú, con más de 750.000 votantes, superior al de regiones como Tacna, Tumbes y San Martín, no tienen representantes propios en el Congreso de la República y están obligados a votar por Lima, bajo el eufemismo sin consecuencias prácticas, de agregar a esa región el rótulo “y exterior”.

Estas exclusiones ciudadanas a su vez interactúan con formas clásicas de la desigualdad, tales como la pobreza y la marginación, especialmente en su caso a través de su estatus legal documentario en los países de residencia y de la casi inexistente inclusión de ellos en los programas sociales del Estado peruano, a pesar y en contra de que sí constituyen una importante magnitud de contribuyentes al erario público y a la economía del país, con 500 millones de dólares sólo en IGV que pagaron el año pasado sus remesas a sus familiares, por casi 2.500 millones de dólares que dinamizaron la economía del país. Por lo que su exclusión y desigualdad ciudadana es no sólo un incumplimiento de mandatos constitucionales y un indicador de baja calidad democrática, sino también una limitante para el desarrollo del país, que se vería económicamente beneficiado de una política pública hacia ellos, tanto en el aumento previsible de remesas y de sus visitas al Perú, que son cerca de la mitad de los ingresos por turismo del país, como en otras potencialidades que ellos representan y están desaprovechadas hasta ahora. 

En estas elecciones en marcha, la opción política de Gana Perú y su candidato presidencial Ollanta Humala, representan una gran oportunidad para terminar con esta desigualdad y exclusión. Ya han llevado por primera vez en la historia del país a representantes de las mujeres andinas quechuahablantes y de los pueblos indígenas amazónicos al Congreso. Ahora incorporan en su Plan de Gobierno para la segunda vuelta una Política Pública para los peruanos en el exterior que restablece sus plenos derechos y representación, reconoce sus aportes y vínculos con el país y los convierte en ciudadanos plenos y parte orgánica del proyecto de desarrollo para ingresar al siglo XXI con un Estado Nación incluyente y adaptado a las nuevas realidades globales.    

La creación de un “Canón consular” que no gasta sino que re invierte los 500 millones de dólares de IGV pagados al Estado por las propias remesas enviadas por los peruanos en el exterior, para financiar la política pública para ellos, dejándo claro cómo y con qué se financia y que no es una promesa electoral demogógica. Bajar los costos de envío de remesas. Bajar los costos y tiempos de trámites consulares, garantizando un buen trato y atención eficiente de los consulados. Atención gratuíta legal y social como parte de las obligaciones de los consulados. Impulso a políticas de integración regional y multilaterales en el mundo para facilitar la legalización de sus permisos de residencia. Creación de un Vice Ministro de Cancillería que se ocupe integralmente de su atención. Y su representación en el Congreso a través de distritos electorales especiales. Son algunos de los puntos centrales de esta propuesta para mostrar a los peruanos en el exterior que  con Ollanta, el Perú los protegerá siempre, y que con ellos y para ellos, Gana Perú.

¿Qué hacer?

Nuestro desafío es superar la influencia que aún tienen en los peruanos en el exterior las fuerzas políticas de derecha, quienes demagogicamente buscan su voto con promesas siempre incumplidas, como ha ocurrido con los proyectos de ley para crear sus propios representantes en el Congreso, ofrecidos y luego votados en contra en el Congreso por fujimoristas, apristas y demás corrientes de derecha, cuatro veces entre los años 2000 y 2006. Y quienes además están a la base de su salida del país forzada por la falta de oportunidades a lo largo de la década de 1990, en que bajo la dictadura de los Fujimori, Alberto presidente y Keiko primera dama, se multiplicó la emigración peruana, debido a las crueles políticas de quiebre y privatización de la industria peruana, con su secuela de masivo desempleo y  precarización del empleo, a través de la anulación de derechos laborales y sociales, junto a la violación masiva y flagrante de los Derechos Humanos y la corrupción generalizada, que hoy tiene a varios de sus líderes en prisión.

Es necesario crear una red de personas y organizaciones con años de trayectoria de trabajo social y académico en las comunidades peruanas en el exterior en cada uno de los países del mundo, para que sean ellos quienes lleven y avalen con los lazos de confianza ganados en años, esta propuesta del plan de gobierno de Gana Perú y Ollanta, desmontando las desconfianzas y miedos sembrados por la campaña de guerra sucia de la derecha, y adaptando además la campaña a las particularidades de la comunidad peruana en cada país, que sólo esa gente con años de trabajo ahí puede comprender a cabalidad. Conjuntamente, se debe contar con nuestros congresistas y parlamentarios andinos electos para la misma tarea, ellos poseen una autoridad y prestigio formal otorgado por el cargo, que si se acerca directamente a ellos, puede ejercer gran influencia. Se debe centrar la campaña, sus materiales y discurso en esta propuesta específica para ellos y sus intereses. Y poner como tarea inmediata, imprescindible y de primer orden, un plan de personeros y encargados técnicos electorales que cubra todos los flancos e impida cualquier intento de fraude por parte de los Consulados, encargados oficialmente de la tarea electoral y que en algunos casos hicieron literalmente lo que se les dio la gana en la primera vuelta, ante la impotencia y debilidad de nuestros aparatos electorales en el exterior.

Sólo si logramos poner a quienes mejor saben y conocen las comunidades de peruanos en el exterior, junto a nuestras autoridades electas, a difundir y explicar nuestra propuesta de inclusión para ellas, y garantizamos el aparato técnico electoral necesario, podremos desmontar la campaña de guerra sucia y revertir los resultados de la primera vuelta que pusieron al fujimorismo en primer lugar con 21% y a Gana Perú en el quinto y último de los con opciones de gobierno con cerca de 10%. Esto es perfectamente posible, si hacemos correctamente lo que se debe.  Concientes, además, de que cumplimos una tarea histórica: terminar con la exclusión de nuestros compatriotas en el exterior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

RSS del Grupo Jauretche

Entradas populares