Por Juan Pablo O’Dezaille *
La elección de la larretista María Eugenia Vidal como candidata a vicejefa de Gobierno por el PRO confirma que la derecha insistirá con políticas que anteponen la discriminación a la inclusión y el magro asistencialismo a la consagración de derechos.
Integrante del Grupo Sophia, un “ámbito de ideas” que en los noventa aportó parte de la tecnocracia que perpetró el desguace del Estado, con una participación destacada en la privatización del sistema previsional y su liquidación a manos del negocio de las AFJP. Particularmente los enfrenté desde la lucha gremial, como trabajador del Estado en el ámbito de la Niñez, cuando nos decían que virtualmente se debía “hacer desaparecer” el Consejo Nacional del Menor y la Familia y que al Estado había que gerenciarlo. El modelo de intervención en materia de política social en la Ciudad por parte del Ejecutivo porteño supone una tremenda pérdida de oportunidad para construir una Buenos Aires integrada y justa.
Torpemente, y queriendo mostrar un rostro humano, que suavice su naturaleza violenta y segregacionista, el macrismo intentará hacer campaña mostrando los imaginarios logros de un área, Desarrollo Social, en la que su gestión fue funesta.
El formato que sustenta el Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad muestra un anacronismo alarmante. Mientras la Nación subsidia el trabajo por medio del Programa Argentina Trabaja, el gobierno de Macri reduce los ya maltrechos Programas de Empleo Transitorio, propios de la época neoliberal; cuando la Nación universaliza sus políticas de ingreso por medio de la Asignación Universal por Hijo, el Ejecutivo porteño toma actitudes policíacas para restringir el acceso a Ciudadanía Porteña. Ante la construcción de centenares de miles de viviendas desde el Plan Federal, en esta ciudad el IVC subejecuta su presupuesto y utiliza esquirlas de la vieja corporación política y gremial para clientelar el legítimo conflicto que genera la ausencia de una propuesta habitacional sostenida.
La modalidad de gestión en Desarrollo Social de la Ciudad combina los ecos de la caduca beneficencia con una lógica noventista de “tercerización” a través de la implementación de acciones por medio de ONG, allí donde el que debería hacerse presente no es otro que el propio Estado. Indigna el estilo simpático y naif con el que la dupla Macri-Vidal elogia esta forma de gestión, escindida totalmente de lo que ocurre hoy, en la Argentina y en la región.
A pesar de ello, preferimos una fórmula que contenga a esta clara exponente de lo más reaccionario en materia de políticas públicas en lo social. Nos permitirá discutir y confrontar, poniendo blanco sobre negro, los dos modelos posibles: el de la derecha y aquel que venimos construyendo con la conducción de Cristina en la Nación y Alicia Kirchner en el campo de lo social, realizando una verdadera revolución en toda la Argentina.
* Referente por la ciudad de Buenos Aires del Frente Transversal Nacional y Popular y subsecretario de Organización y Capacitación Popular del Ministerio de Desarrollo Social de Nación.
Tomado de Página 12
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