martes, 29 de junio de 2010

Ley de matrimonio civil, para reflexionar

A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES Y POLÍTICAS DEL CAMPO NACIONAL.
COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS,

Desde la Agrupación Nacional Putos Peronistas elaboramos este material para aportar la visión política que el binomio ONGs de la diversidad versus Opus Dei parece ignorar sistemáticamente en el actual debate sobre la modificación del Código Civil en función de la ampliación y diversificación del matrimonio civil. 

Siguiendo la lógica ahistórica y liberal de los medios monopólicos sobre el tratamiento de las noticias, han reducido la discusión al ámbito doméstico y así se multiplican las declaraciones confesionales en primera persona, a favor y en contra. Compañeros y compañeras ésta es una discusión política. Una discusión que se hace posible en el marco del proceso de inclusión que se inició el 25 de Mayo de 2003 con Néstor Kirchner y se profundizó luego con Cristina Fernández. Tenemos en nuestras manos, nuevamente, la posibilidad de hacer justicia sobre un amplio sector de nuestro Pueblo que durante siglos estuvo condenado a la sombra, la exclusión y la marginalidad.

Lo que está en juego, más que un reclamo reivindicativo de un sector de la población, es una discusión sobre los límites de la ciudadanía y el estado y la construcción de las identidades que conforman la Identidad Nacional.

Así como no es posible ninguna liberación sexual en el marco de una Patria colonizada, ningún proyecto político será de Liberación Nacional si no implica dentro de sus límites al Pueblo Argentino en su diversidad. Liberación de todos y todas o dependencia.

Nosotros invitamos a aquellas compañeras y compañeros que sentimos hermanos en la lucha por la Liberación Nacional y con los que hemos peleado codo a codo las conquistas populares conseguidas en éste y otros procesos en la historia a que acompañen ésta lucha comprendiendo el profundo trasfondo político que implica.

LA DIVERSIDAD DEL PUEBLO

Aunque en el ’73 apareciera por primera vez la bandera del Frente de Liberación Homosexual en la plaza de la vuelta del General con la consigna “Los Putos con Perón”, no fue en ese momento en el que empezamos a existir. Los putos y tortas hemos sido parte de la Argentina y del Movimiento Nacional desde que el Pueblo es Pueblo. Fuimos bombardeados en el ’55 y desaparecidos en el ’76. Hemos militado en los barrios y discutido política nacional. Fuimos parte en los gobiernos peronistas, desde los Ministerios hasta las escuelas, hemos sido parte de los espacios militantes, de la resistencia peronista, de la guerrilla revolucionaria, de la militancia de base y hemos formado parte de los sindicatos. Sólo que decirlo era sinónimo de mostrar debilidad o enfermedad. Siempre se nos obligó a dejar el corazón por fuera de la militancia; hoy es tiempo de preguntarnos qué diría la compañera Evita sobre dejar a un lado el amor en el proceso de transformación de la Argentina.

El momento histórico que estamos viviendo como sociedad no es un aumento en las identidades diferentes a la heterosexual tradicional de nuestros compañeros y compañeras, es un proceso de visibilización, toma de la palabra, organización y lucha. No somos más, siempre estuvimos, ahora lo estamos haciendo valer. Hemos sabido organizarnos y pudimos reconstruir el relato de nuestra historia como colectivo. Porque como decía el compañero Rodolfo Walsh, “cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”. La historia del Movimiento la escribieron siempre los hombres heterosexuales.

Que la sociedad argentina oculte la diversidad de su Pueblo y que la ciudadanía -y el Estado - terminen ahí a dónde termina la heterosexualidad, nos condenó al silencio y el estigma. Nosotros también creímos el cuento de que éramos débiles, de que estábamos enfermos, y así enfermamos. En muchos casos de heterosexualidad obligatoria, luchando contra nuestra propia identidad. Como si algo así fuera posible.
Lohana Berkins es una de las más importantes referentes del movimiento travesti en la Argentina, responsable de varias de las pocas investigaciones que se han hecho por, sobre y para ellas y presidenta de la Cooperativa Textil Nadia Echazú, una empresa que busca ser una alternativa laboral a la condena de la prostitución que sufren las compañeras. Ella dice en su libro sobre la Historia del Travestismo en la Argentina que “no es posible escindir la construcción de la identidad de las condiciones de existencia de las travestis en nuestras sociedades. Estas condiciones de existencia están marcadas por la exclusión de las travestis del sistema educativo formal y del mercado de trabajo. En este tipo de escenarios, la prostitución constituye la única fuente de ingresos, la estrategia de supervivencia más extendida y uno de los escasísimos espacios de reconocimiento de la identidad travesti como una posibilidad de ser en el mundo”

Dejarnos a los que no somos heterosexuales por fuera del Pueblo y del Movimiento nos deja poco margen para la construcción de una identidad Nacional y Popular de la diversidad. Y ahí a dónde hay un vacío identitario, la máquina de producción imperialista de sentido nos ha etiquetado con palabras importadas y círculos cerrados de consumo a unos –los gays y lesbianas- y condenado a la más cruda marginalidad a otras –travestis y transexuales-. 

Desde esta visión es que nosotros nos reivindicamos putos, tortas, trans y trabas contra las etiquetas del imperio y sus imposiciones sobre nuestra identidad.

LOS DOS CRISTIANISMOS

En esta lucha por la ciudadanía, el enemigo no es un actor nuevo en la historia. Los sectores reaccionarios de la Iglesia católica usan la misma retórica que les permitía oponerse al voto femenino y al divorcio, amenazando con el fin de la familia y la desintegración de la sociedad. Compañeros y compañeras, el Movimiento ha dejado en claro la existencia de dos cristianismos a lo largo de la historia: el que late en las creencias y vivencias de los pueblos y el que adormece cristalizado en las sotanas de la jerarquía eclesiástica. Como decía el General "Nuestra religión es una religión de humildad, de renunciamiento, de exaltación de los valores espirituales por encima de los materiales. Es la religión de los pueblos, de los que sienten hambre y sed de justicia, de los desheredados, y solo por causas que conocen bien los eminentes prelados que me honran escuchándome se ha podido llegar a la subversión de los valores y se ha podido consentir el alejamiento de los pobres del mundo para que se apoderen del templo los mercaderes y los poderosos, y lo que es peor, para que quieran utilizarlo para sus fines interesados" (noviembre de 1947).

Nuestra posición, compañeros y compañeras, es de defensa del cristianismo y de la familia, contra los embistes de la reacción que pretenden apropiarse de uno y otro término trastocando su sentido más profundo. Los mismos hipócritas que bendijeron los fusiles del ’55 y las torturas del ’76, los que protegen con su poder a violadores de niños, en el nombre del Dios levantan sus pesados dedos contra nosotros. ¿Cuál es la familia que ellos protegen? ¿Qué sociedad es la que está en peligro de desintegración a partir de un proyecto de ley de naturaleza inclusiva? Seguramente una sociedad marginadora, basada en jerarquías inherentemente antidemocráticas, que es lo que, a fin de cuentas, estamos discutiendo con ésta y las demás conquistas obtenidas desde el 2003 hasta ahora.

Pero esto lo sabíamos en el ’55 y lo seguimos sabiendo ahora. Nuestro lugar como militantes del ámbito Nacional y Popular es defender con fuerza la pluralidad y el humanismo cristianos, acaso la influencia más fuerte de la formación de la izquierda peronista como tal, y a la familia, como la expresión de la diversidad del Pueblo y del amor por el prójimo (sea hombre, mujer, travesti o lo que quiera ser). En nuestro país, hace muchos años que las familias diferentes al modelo hegemónico son una realidad: familias monoparentales, familias ensambladas, familias homoparentales, etc. Todas y cada una de estas formaciones familiares fueron demonizadas por la moral medieval eclesiástica, que sigue sosteniendo de manera senil sus posturas en contra del tiempo y la realidad del Pueblo.

MATRIMONIO PARA TODXS

Las formas de la homo-lesbo-trans-fobia se mezclan en nuestra sociedad de maneras muy complejas y están atadas a nuestra identidad como Argentinos así como mezcladas en la sombra de las construcciones de la militancia nacional. Desde la Agrupación Nacional Putos Peronistas sabemos bien que la pelea contra las terribles consecuencias del odio a la diferencia (la marginación, el suicidio, los asesinatos, la exclusión) no agota su lucha en el Estado y que las leyes que pudiéramos discutir son nada más (ni nada menos) que un avance legislativo sobre una cuestión que excede a todas luces a cualquier ley.

Desde el colectivo de la diversidad nosotros sabemos que el debate por la ampliación del matrimonio no refleja las demandas populares en su profundidad. Antes que eso, compañeros y compañeras, la situación de las travestis y transexuales en nuestro país es de una urgencia dramática. No es casualidad que ésta pelea por la ciudadanía tenga como primeros protagonistas a la porción de la diversidad que está en posición de contraer matrimonio (y así, compartir una obra social, una pensión, la tenencia compartida de los hijos de las numerosas familias diversas que existen, etc).

Esta pelea está gestada desde los sectores de las ONGs progresistas de la diversidad, que se componen de, justamente, todo ese rango de profesionales prolijísimos, bien vistos por la sociedad, que tienen un piso económico desde el cual pelear. Nuestra realidad es bien diferente a la de ellos y ellas. Pero esta pelea de todos modos nos permite a nosotros instalar el debate en el seno de la sociedad y especialmente en el centro de la militancia popular. Nuestro lugar, como integrantes del Pueblo, es acompañar esta lucha y profundizarla para realmente hacer nacer un derecho ahí a dónde hay una necesidad. En este sentido, nuestra pelea más profunda en el ámbito parlamentario, es por la Ley de Identidad de Género que permitiría respetar el nombre que las travestis y transexuales eligen para jugarse la vida y les daría un reconocimiento legal contra la discriminación del Estado a su condición de género.

Pero que esta ley de matrimonio igualitario no garantice el pase al paraíso en la tierra para los putos y las tortas, no significa que no sea un avance significativo en el reconocimiento de los derechos de los argentinos y argentinas y, así, nos permita avanzar en la lucha contra la opresión. Es éste el primer debate que podemos tener como sociedad en este momento y es posible en el marco del Proyecto Nacional. No olvidemos que la primera vez en la historia del país en que las travestis son si quiera nombradas por la Presidencia de la Nación fue durante un discurso de Cristina Fernández en el marco de la disputa por la 125 contra las entidades patronales del agro.

Y el hecho de que el grueso del Movimiento no esté en la calle defendiendo ésta pelea contra los sectores más reaccionarios de la curia eclesiástica y que dejemos a las mismas ONGs gestadas en el invierno menemista levantar las banderas de la igualdad y la diversidad es un error estratégico de nuestra militancia y una deuda pendiente del Movimiento hacia la sociedad toda.

Por los compañeros y compañeras que pelean todos los días por el sueño de la Patria Grande justa, libre, soberana y diversa, los que lo hicieron a lo largo de la historia del Pueblo escondiéndose del machismo y la visión unidireccional del ‘hombre nuevo’, por los detenidos desparecidos que tuvieron que ocultar su identidad hasta el día de su muerte, y fuera de la prédica desideologizada del progresismo GLTTB, los convocamos a movilizarse con nosotrxs este LUNES 28 DE JUNIO A LAS 18 HORAS EN EL CONGRESO NACIONAL, en una jornada festiva con radio abierta conjuntamente con RADIO GRÁFICA FM 89,3 y sus programas «Por las dudas» y «Por el chori y por la torta». Para que reine en el pueblo el amor y la igualdad.

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Agrupación Nacional Putos Peronistas
tortas, travas, trans y putos del pueblo
putosperonistas@gmail.com
 

viernes, 25 de junio de 2010

Cumbre social del MerCoSur

Documento Síntesis de Aportes Colectivos – Borrador de Trabajo
Comisión de Educación Consejo Consultivo de la Sociedad Civil- Argentina
                                           
Las Organizaciones Sociales y Populares militantes en el campo educativo consideramos que el Gobierno Argentino, con sus actuales políticas sociales, ha posibilitado la construcción continua de la esperanza también en el terreno de las políticas educativas. Una mejor alimentación, una atención más personalizada de la salud, más oportunidades laborales y viviendas dignas, el desarrollo de las cooperativas de trabajo, resultan por demás beneficiosas para las familias, particularmente para generar oportunidades para el desarrollo de las potencialidades de los niños y los jóvenes. De la misma manera, estos vientos de cambio se están haciendo oir en la Región en su conjunto.

Construir desde la educación popular y la militancia social, una plataforma colectiva de saberes, prácticas y valores comunes, consolida la posibilidad de diseñar e implementar políticas públicas en educación y en otros sectores que promuevan la inclusión social, la convivencia democrática y la organización de nuestro pueblo.
                  
Hace falta comprometernos como Estados de la Región en el desafío de educar para la organización colectiva, para planificar y llevar a la acción eso que se planifica, con horizontes de honestidad, solidaridad, lealtad y compromiso, sobre la base de la reflexión acerca de las prácticas y sus resultados. La Educación Pública debe ser Educación Popular.

La Educación Popular constituye la posibilidad que tiene un pueblo de acceder al conocimiento. El conocimiento desde una perspectiva popular supone la reserva de los saberes y las prácticas que se atesoran en la profundidad y en la cotidianeidad de los pueblos de la región, con una intencionalidad explícita de transformación de la realidad, en un proyecto de distribución más equitativa de la riqueza y del conocimiento, en dialogo con los repertorios culturales universales.

Recuperar y enriquecer nuestro idioma para la vida cotidiana; desarrollar el pensamiento crítico, creativo y argumentativo; integrar en las habilidades cognoscitivas el afecto, la emoción, la corporalidad que caracteriza a nuestros pueblos; generar habilidades propositivas, artísticas y comunicativas para el debate y la poesía, registrar la historia de la militancia y la historia marginada de hombres y mujeres que fueron y son modelos de lucha y pensamiento libertario; reconocer a quienes describen y reflexionan sobre nuestra realidad y nuestros valores; reconocer la inmensidad de nuestras pampas y montañas, sus vientos portadores de energía, ríos y espejos de agua, humedales protectores de la maravillosa fauna que comparten la vida con los pueblos; conocer nuestra música y sus instrumentos, sus creadores, las exquisitas y sugerentes figuras de nuestras danzas; la arquitectura y los materiales utilizados por los pueblos originarios; el conocimiento científico y tecnológico desarrollado en la región, desde los artesanos hasta las universidades.
El segundo aspecto que las Organizaciones Sociales y Populares pretendemos desarrollar desde nuestra practica territorial es la relación intrínseca entre la perspectiva de Derechos y las Políticas educativas. A partir del  Paradigma de Protección Integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, los niños son considerados sujetos de derecho. Esto implica reconocer su autonomía, basar las decisiones que los implican en sus visiones e intereses, incluir su opinión en las acciones en que está implicado, promover y generar espacios de participación donde ellos sean protagonistas reconociendo a la familia, la escuela y la comunidad como actores fundamentales para su desarrollo.
La efectivización de estos derechos es tanto una obligación del Estado como una responsabilidad de la sociedad toda. Cada hombre y cada mujer comparten la responsabilidad de la construcción de la realidad social. Se torna relevante entonces, confluir en los esfuerzos entre instituciones, referentes educativos, familias y niños para apuntalar nuevas modalidades de trabajo articuladas en torno a la Protección Integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Partimos de considerar que una propuesta que pretenda responder a la problemática de niños, los adolescentes, la juventud y la educación hoy, con vistas al fortalecimiento de los procesos de integración social, debe atender, necesariamente para el curso de su acción, la necesidad de consolidar el interés y la acción colectiva alrededor de dicha problemática, aspecto sobre el cual, si bien se han hecho muchos avances a partir de programas y acciones que se vieron estimulados por nuevos marcos legales, hace falta fortalecerlos y consolidarlos.
En ese contexto, en la experiencia de las Áreas Metropolitanas de las grandes ciudades argentinas, desde la década del 90 y aun antes, hubo un amplio desarrollo en la creación y sostenimiento de jardines populares, con protagonismo de organizaciones sociales y educadores comunitarios. Sus proyectos de educación popular, se fueron plasmando en espacios comunitarios utilizados para diversas actividades que tienen como protagonistas a los niños, jóvenes y familias. Lugares donde convergen la familia y la comunidad con el fin de atender no solo las necesidades de educación de los niños, si no también, las necesidades afectivas, de inclusión y de integración a una sociedad de los niños y sus familias allí donde parecía que no tenían un lugar.

Considerando que los niños son sujetos de derechos al igual que los educadores comunitarios que todos los días acompañan y sostienen la labor comunitaria, las Organizaciones Sociales y Populares sostenemos que el Estado debe asegurar los mecanismos para revalidar los saberes de los educadores comunitarios que hasta hoy han estado al frente de los Jardines Comunitarios y garantizar la calidad de la propuesta educativa que se ofrece a los niños, respetando al mismo tiempo los saberes populares, la impronta comunitaria y la historia de estas experiencias populares.

Los Estados son los garantes de la educación y, por lo tanto, la Educación Inicial  Comunitaria debe estar incorporada al Sistema Educativo Formal con financiamiento integral, en articulación con otros Ministerios del Estado. Esta incorporación debe asumir la identidad que estas experiencias pudieron construir en la resistencia al modelo neoliberal de exclusión e injusta distribución de bienes y saberes.

Los Jardines Comunitarios, valorados y legitimados por sus comunidades, se han ocupado de hacer efectivo el derecho a la educación de los niños más pobres, allí donde los Estados no habían podido dar una respuesta adecuada acorde con la demanda  demográfica. Desde la lucha cotidiana en los territorios más postergados, han inspirado la construcción de propuestas pedagógicas populares y su integración al Sistema Educativo Formal

La educación inicial abarca desde los 0 a los 5 años y constituye un espacio de oportunidades muy significativo para el desarrollo intelectual, afectivo y social de los niños, como así también en relación a la ampliación de sus repertorios culturales. La región debe asumir e impulsar la universalización de la educación inicial con un perspectiva popular y comunitaria, a través de políticas públicas que atiendan a la integralidad para reparar la ausencia del Estado neoliberal, que afectó especialmente a los sectores mas postergados de la sociedad.   

En tercer lugar, las Organizaciones Sociales y Populares consideramos que las necesidades de alfabetización de los ciudadanos que no han tenido la oportunidad de aprender a leer y escribir, deben ser cubiertas con recursos de calidad a través de múltiples estrategias metodológicas, sobre la base de contenidos significativos para quienes asisten, que les permitan leer la realidad y los caminos para su integración social, en un marco de organización y participación popular.

La exclusión que han sufrido hombres y mujeres a causa de la falta de políticas públicas de protección a las familias, los trabajadores urbanos y rurales, los jóvenes, los desocupados, los pueblos originarios, la falta de políticas sociales para la atención de la alimentación y la vivienda, ignoraron el derecho de niños y adultos a acceder a los conocimientos iniciales para su dignificación y libertad. Son muchos los compañeros y compañeras que han cargado sobre sus espaldas el estigma del fracaso que representa no haber ido a la escuela. Fracaso de algunos responsables políticos que han descargado sobre los sectores populares la discriminación mas inhumana que se puede hacer a un ciudadano: negarle la posibilidad del conocimiento y de la ampliación de los repertorios culturales.

Por ello, la alfabetización no es ni el inicio ni el fin de un camino. Es un aspecto en la integralidad de la historia de participación ciudadana, desde la cual debe reconocer y situar un antes, un durante y un después en el camino de cada persona y del conjunto del pueblo. La educación y la formación continua y de calidad para todos es un derecho humano.

Por último, la inclusión laboral es parte de un continuo que tiene vinculación directa con el modelo productivo, las economías regionales y locales, la inclusión social, la organización sindical de los trabajadores, la protección familiar, el derecho a la salud integral, a una jubilación digna. Esta inclusión laboral está sostenida por valores, y en el tiempo, por las leyes de la democracia. Los sistemas rurales o industriales, los sistemas de servicios, todos los sistemas productivos requieren conocimientos y habilidades técnicas y sociales que la educación debe atender para que todas las personas y particularmente aquellas con necesidades especiales tengan la posibilidad de tener un trabajo.

Las Organizaciones Sociales y Populares consideramos que la Escuela Técnica tradicional, los Centros de Formación Profesional y los Talleres Protegidos deben revisar su paradigma educativo taylorista y crear otras estructuras educativas mas dinámicas y horizontales, mas flexibles, cuya centralidad podría ser el trabajo cooperativo y en equipo. Esos espacios pedagógicos, pueden proveer esas capacidades que, de no tenerlas, tornan dificultosa la incorporación a los circuitos de trabajo. 

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