Por Guillermo Turco Greco(*)Desde el año 2008, un grupo de compañeros docentes desde la Dirección de Alternativas Pedagógicas de la DGCyE, estamos trabajando sobre la problemática de los espacios populares que atienden a la infancia con propuestas educativas para niños de 3, 4 y 5 años de edad, autodenominados "Jardines Comunitarios".
Éstos espacios se han ido constituyendo en la medida que las políticas neoliberales en nuestro país fueron avanzando en la precarización de la vida del pueblo trabajador y la distancia que el Estado tomó sobre sus necesidades educativas. Así fue que desde los años 90 fueron asumiendo en primer lugar un rol de asistencia en lo alimentario, y luego en lo concerniente al juego y el aprendizaje de los niños. Quienes asumieron este compromiso han sido las mismas madres de los niños, y los vecinos y militantes sociales que no perdieron la sensibilidad ante el avance del modelo neoliberal. Esta realidad tan sentida por estos grupos sociales ha viabilizado un enfoque filosófico y pedagógico muy específico, en la corriente de la Educación Popular Latinoamericana, el cual ha permitido desarrollar espacios educativos con mirada popular, comunitaria, y solidaria, en oposición al ideario neoliberal.
Ante nuestra intervención en la temática, la labor ha tenido diversas etapas y modalidades. En primer lugar, por el cambio de etapa histórica (que entendemos es la que en la gestión del Gobierno Nacional, inició Nestor Kirchner en el 2003) se hizo necesario superar la mirada asistencial del Estado en sus políticas hacia la asunción de un compromiso de partes (Comunidad y Estado) para fundar o refundar verdadera política pública. Así se constiuyeron Mesas de trabajo para diagnosticar en forma conjunta las verdaderas necesidades de estos Jardines Comunitarios para su continuidad y superación. Luego, sobre estos diagnósticos, se articularon acciones con otros actores involucrados ( Secretarías y Ministerios de Desarrollo Social, representantes legislativos, autoridades educativas de distritos, provincia y nación, etc...) para ir definiendo cuáles acciones deberían implementarse y de qué manera hacerlo.
En este abordaje colectivo se produce el "Programa de apoyo y acompañamiento a experiencias socio-educativas del nivel de educación inicial". La particularidad de este programa consistió en la manera cómo se fue definiendo su alcance e impacto. Se trabajó sobre borradores del programa, en la que los involucrados (principalmente los educadores comunitarios) formularon críticas y propuestas para modificar el contenido del texto en relación a sus expectativas. Esto originó diversos debates, que más allá de las cuestiones de forma, permitieron la reflexión de todos sobre la política pública que un Estado Nacional y Popular debe promover y ejecutar. En este sentido se fue consolidando nuestra gestión militante del Proyecto Nacional y Popular, desmitificando la posibilidad de un estado paternalista que "baje soluciones enlatadas" y construir la convicción sobre el compromiso político concreto de todos en la consolidación del modelo nacional y popular.
El hecho que los militantes territoriales y los militantes en la gestión salgan de la mirada de un Estado que paternalmente ofrezca soluciones, hacia un Estado que convoca al diseño y la acción en políticas públicas mancomunadas, es el logro más importante del Programa en la concientización política a largo plazo. En lo inmediato se ha logrado una propuesta de formación y capacitación de la DGCyE para los educadores comunitarios; y en un mediano plazo la posibilidad de un reconocimiento de la Educación Popular y Comunitaria como propuesta pedagógica del sistema educativo y propia del pueblo hacia su emancipación.
(*)Asesor y Coordinador Prov. de Jardines Comunitarios
Grupo Jauretche-CTA-FTNyP
(*)Asesor y Coordinador Prov. de Jardines Comunitarios
Grupo Jauretche-CTA-FTNyP
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