El padre de la "Gran Cobos", un gran hombre-corpo |
La renuncia de Cobos sorprendió al partido radical y asestó un fuerte golpe al deshilachado radicalismo. Una vez más Julio Cesar hizo un “Cobos”, una acción que en términos militares podríamos llamar una traición, pero hacer un “Cobos” es algo más que eso, es la acción propia de los hombres de la corporación, Julio Cesar es un "hombre-corpo" (Para el campo popular y los países dependientes del siglo XX, un militar al servicio del imperio era un “cipayo”, pero Julio Cesar es un civil por lo cual debemos denominar a su acción un “Cobos”)
Como hombre del radicalismo aceptó, siendo gobernador radical de la provincia de Mendoza, ser el vicepresidente de Cristina Fernández. Los radicales le apuntaron con munición gruesa y lo expulsaron del partido por traidor, todavía quizás no era un hombre-corpo (tengo mis dudas), pero Julio Cesar estaba realizando su primer “Cobos”. Formo parte de un pelotón que llamaron radicales K (ya existían otras variantes con Carrió, Lopez Muphi, ect.), pero no tenía la connotación que esta letra tomaría con la 125.
Con la llegada de la crisis económica, como parte de la crisis mundial, el poder de las corporaciones encontró “su momento” para erosionar el poder K y de paso eliminar cualquier intento redistribucionista y estatista que “peligrosamente” estaba tomando el gobierno nacional. La 125 fue el escenario, la opera prima para la aparición de la “gran Cobos”. El poder movió sus fichas tradicionales, la SRA, la UIA, ect.; y conformó un gran frente nacional con sus nuevos/viejos socios tácticos: la izquierda tradicional, la derecha radical, la derecha peronista, el “entrismo” dentro del gobierno nacional(1), la iglesia junto a evangelistas y judíos reaccionarios, una parte de la CTA y una gran parte de la clase media afectada por los coletazos de la crisis internacional.
Los niveles de agresión por parte del poder generaron las condiciones para un golpe “blanco” al gobierno nacional y Julio Cesar la pieza clave. Las contradicciones estaban a flor de piel y Néstor y Cristina no darían un paso atrás. Miles de personas estaban pendientes de la votación, la corporación mediática jugó un rol fundamental para generar la desinformación, el desconcierto y la “crispación”. El voto “no positivo” de Julio Cesar será el puño crispado del poder, una acción que instalará un nuevo término en la política: hacer un “Cobos” (2).
Todo parecía anunciar un final de la primavera suramericana de principios del siglo XXI, no estaba en juego el proyecto nacional, todo el andamiaje, la expectativa de una Suramérica nueva se puso en juego. Como nunca se desnudaron las miserias, la soberbia y la prepotencia mediática. Julio Cesar pasó a ser un emblema de este poder, nacía el hombre-corpo(3). Es así como los otros actores de reparto en la política nacional comenzaron a mostrarse como hombres-corpo, Pino Solanas, Lilita Carrió, Eduardo Duhalde, Felipe Solá, por nombrar algunos. Todos ellos desfilaron e hicieron política como hombres-corpo, sin salirse del libreto, el “le pertenezco” de Eduardo Duhalde cuando nombra a Magnetto en televisión es una clásica postura de pertenencia y sumisión.
La profundización de las contradicciones fue la estrategia de Néstor y Cristina Kirchner para la recuperación de la voluntad popular, que sumado a la redistribución de la riqueza y la recuperación económica, sirvieron para remontar una difícil situación de golpe institucional que las corporaciones quisieron concretar.
La soberbia de los hombres-corpo les impidió ver lo que estaba ocurriendo. Esto los llevó a cometer errores tácticos importantes en el último año. La división y la ambición de los hombres-corpo hizo que se pelearon desordenadamente mostrándose ante la sociedad como desprolijos y poco provistos de la capacidad de gestionar frente a un gobierno que recuperó fuertemente la iniciativa y maneja la agenda política. De nada sirvieron las editoriales del diario La Nación para querer ordenar la comparsa opositora, Magnetto tenía el poder.
La soberbia de los hombres-corpo les impidió ver lo que estaba ocurriendo. Esto los llevó a cometer errores tácticos importantes en el último año. La división y la ambición de los hombres-corpo hizo que se pelearon desordenadamente mostrándose ante la sociedad como desprolijos y poco provistos de la capacidad de gestionar frente a un gobierno que recuperó fuertemente la iniciativa y maneja la agenda política. De nada sirvieron las editoriales del diario La Nación para querer ordenar la comparsa opositora, Magnetto tenía el poder.
Los dos grandes errores de apreciación electoral del año, Catamarca y Chubut, generaron una jugada desesperada de la corporación que hizo que la comparsa comenzara a ordenarse un poco. Allí están jugando fuerte los hombres-corpo, Duhalde y Julio Cesar. Duhalde poniendo las barbas en remojo a los pichones de hombres-corpo panperonistas (Das Neves y el levantisco Solá) y Julio Cesar a Sanz y compañía. Los hombres-corpo de izquierda también se están ordenando, Pino Solanas bajo sus expectativas y tal vez sea candidato por Capital, su pichón-corpo Lozano puso violín en bolsa y tal vez no sea.
El “Cobos” lo hizo Sanz el fin de semana, dejando a Ricardo Alfonsín (el hijo de) pedaleando en el aire y sin poder legitimarse por medio de una interna en el partido radical. Pero a pesar de ello Alfonsín (el hijo de) quiso seguir posicionándose y proclamarse como el candidato radical, en esta nueva clasificación diríamos, el gran hombre-corpo radical. Como salido de detrás del telón entró en escena Julio Cesar, para poner orden y plantear con su “renuncia” una “gran Cobos”.
No cabe duda de que haber firmado un pacto con los sumos pontífices corpos tiene un carácter sagrado, romper con ellos pone en movimiento a todos los hombres-corpo y la deserción no es una opción aceptable, sino pregúntenle a Ricardo Alfonsín (el hijo de).
Jorge P. Colmán
(1) Libres del Sur y otros grupos/personas que habían formado parte del primer frente conformado por Néstor Kirchner.
(2) Un “Cobos” es una acción menor de los hombres-corpo, debo hacer una aclaración, la 125 fue una “Gran Cobos” diferenciándola de las anteriores y posteriores que realizarán los hombres-corpo.
(3) Los hombres-corpo son fácilmente identificables, observe los canales y periódicos TN, Canal 13, Clarín, La Nación, Canal 26, etc. y obtendrá sus nombres.
propongamos a la RAE la inclusión del nuevo verbo adjetivo y sustantivo COBOS, de ahora en más diremos:
ResponderEliminar"otra vez cobos a tus compañeros! sos un gran cobos! dejá de cobear!"
Hay una frase de Clemenceau que pinta a este gran cobos en su larga trayectoria cobista:
Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro.
Creo que Clemenceau se quedó corto porque no podía prever la existencia de cobos...!!
Ciento por Ciento COBOS. Yo cobeo (Juego y opero para la corporación mediática. Tu cobeas (haces operaciones de prensa para la corpo) y así seguimos...
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