viernes, 18 de marzo de 2011

CRISTINA 2011, una opción de hierro

Este año será decisivo para la historia de nuestro país. Después de largas décadas en las que se alternaron invariablemente los golpes de Estado con breves etapas de democracia restringida; después del genocidio social que comenzó con la última dictadura y estalló en el 2001, tenemos la oportunidad histórica, por primera vez en 200 años, de alcanzar un tercer gobierno consecutivo de carácter nacional y popular, que profundice el modelo de crecimiento económico con inclusión social y afirme la perspectiva de unidad latinoamericana e integración regional como políticas de Estado en la Argentina. Esto es lo que se definirá en octubre. Una derrota significaría un retroceso incalculable.
Podemos afirmar que el multitudinario acto convocado por La Corriente Nacional de la Militancia en Huracán marcó el inicio del año político con una fuerte ofensiva de las fuerzas políticas y sociales que aspiramos que la compañera Cristina Fernández sea reelegida en las próximas elecciones. Se trató de un escalón superior en la lucha por construir sin más demoras el Frente necesario para garantizar la continuidad del proceso de cambios antineoliberales en nuestra Patria.
Luego de la pesada apuesta de la derecha en diciembre cuando intentaron desestabilizar y voltear al gobierno nacional, hoy la situación política continúa mejorando. La imagen de la Presidenta crece en amplios sectores, consolidando un clima social esperanzador, que reconoce la permanente gestión de gobierno y sus logros económicos en función de los intereses del pueblo y la Nación. El importante triunfo electoral del Frente para la Victoria en Catamarca pone de manifiesto esta realidad. A ésto se suma el surgimiento de nuevos cuadros gubernamentales y el desarrollo evidente de una militancia kirchnerista cada día más joven.
Sin embargo, existen potenciales peligros que no podemos soslayar. Uno de ellos está en considerar que tenemos la elección ganada, como puede escucharse por estos días, alentados por una situación objetiva que es la actual debilidad de la oposición por derecha e ‘izquierda’. El problema del triunfalismo es que subestima no sólo a las zancadillas permanentes de la derecha sino al imperialismo norteamericano, que va a intentar por todos los medios torcer el rumbo en la Argentina y en América Latina, y lo viene avisando con señales concretas.
El otro riesgo sería que por cuestiones secundarias o determinados prejuicios no logremos acelerar la construcción de una amplia alianza para alcanzar una holgada victoria en octubre. Lo fundamental está en ubicar al enemigo principal. 
En la actual coyuntura, con la correlación de fuerzas planteada, necesitamos garantizar la presencia de un extenso marco de aliados, desde Scioli hasta Sabbatella. Ninguno de los dos representa al kirchnerismo que aspiramos a construir en este momento; sin embargo, necesitamos trascender a los sectores kirchneristas, del PJ y de la CGT, y en cada lugar tejer las alianzas necesarias para asegurar que Cristina triunfe. Sería realmente un crimen que se antepongan diferencias de segundo orden ante los desafíos estratégicos que tenemos por delante.
El 11 de marzo en Huracán se estableció un camino a seguir, que influirá decisivamente si somos capaces de poner en pie la fuerza unitaria imprescindible para defender y profundizar el proceso abierto por Néstor y Cristina. La visible presencia de los comunistas afirmó nuestra disposición a militar sin descanso para contribuir a alcanzar este objetivo.



Editorial de NUESTRA PALABRA (Órgano de prensa de del PCCE-FTNyP)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

RSS del Grupo Jauretche

Entradas populares