En la revista “Veintitrés” de hoy aparece en la página 30 una nota del inestimable Ernesto Tenembaun. En su extensa nota titulada “¿Nunca Menos?” da consejos, como si fuera un buen padre, de las cosas que no debe hacer el gobierno nacional con la propaganda, pero en realidad denuncia una amenaza en ciernes.
Como nunca señala el error que significa haber incluido el tema “Nunca Menos” en la propaganda de “Futbol para Todos”. Algunos de los argumentos son razonables y hasta atendibles, pero en su análisis no incluye, que eso que él llama “errores”, en realidad es parte de la estrategia del Grupo Clarín y La Nación para desprestigiar al gobierno.
Comienza analizando el título del “hit militante” diciendo que: “lo positivo siempre debe superar a lo negativo” para llegar a reinterpretarla: “retroceder nunca, rendirse jamás” y terminar denostándola en otra con “es, en realidad, una pavada”. ¿Si en realidad es una pavada, para que criticar entonces? Es que don Tenembaun tiene miedo de que la estrategia gubernamental si tenga éxito (contrariamente a lo ocurrido con el Grupo Clarín y La Nación) y de esta manera llegue a las elecciones en condiciones de ganar. Por eso se pone en esto de que: “Un padre que da consejos, más que padre es un amigo”, pero…
Para ejemplificar los errores plantea la repetición del hit (20 veces, dos por partido), algo así como diríamos… ¡Clarín con los aumentos de precios, Carrió con sus predicciones catastróficas, los cortes de ruta de la SRA-FAA o el mismo delito repetido veinte veces por el Canal TN! Pero hay un detalle que pasa por alto Ernesto, que la campaña negativa de los multimedios y la referenciación política que pretenden instalar no son acompañadas por acciones positivas, sino más bien tienen objetivos sectoriales o hasta personales. El hit militante evoca lo positivo, da esperanzas y proyecta acciones que son posibles para el conjunto de la sociedad.
En otro orden de cosas “mecha” en la nota una crítica a Guillermo Moreno por autoritario, sustentando su crítica en una construcción mediática (del que él es parte), para terminar con un análisis gastronómico del que seguramente, poco y nada sabe. Lo que sigue realmente es lamentable: Defiende a Gerónimo Venegas y critica a la justicia (según él adicta). Si Ernesto leyera, la misma revista VEINTIRÉS en la que escribe la nota, vería las increíbles “coincidencias-pruebas” que existen entre Gerónimo Venegas, Eduardo Duhalde y la corrupción, que los alejan de la “inocencia” que deja entrever.
Termina tergiversando una resolución de la Secretaría de Comercio para decir que existe la “censura” por estar en contra del gobierno. A la demonización por “autoritario y brabucón” se le agrega entonces la censura. A este demonio le agrega otro: el Canciller Héctor Timerman al cual critica por “canchero y cholulo”, olvidándose de la relación de este último y cierto avión cargado de materiales que podrían tener como objetivo la desestabilización de la democracia, algo de que supuestamente Ernesto esta tan preocupado en la nota.
Es así como sutilmente nos dice: PROPAGANDA NAZI-AUTORITARISMO-CENSURA. De esta manera el “consejo” esconde en realidad una “amenaza”, ¡Cuidado estamos frente a los demonios Nazi-fascistas!, ¡Déjate de joder Ernesto Tenembaun! Vos y la corporación mediática dicen lo que se les canta: ensucian, demonizan, censuran, violentan y nadie los enjuicia por la mentira que producen, esto es manipular la realidad y por favor ¡NUNCA MENOS, NI UN PASO ATRÁS!
Jorge P. Colmán
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