Al igual que en la Argentina el Diario EL PAÍS de España se dedica a apretar a su gobierno para que realice los ajustes que pide el FMI y le aclara que “…no le tiemble el pulso, que sea firme, rápido y contundente…” Reproduciendo lo que exigen 37 empresarios que concentran el 40% del PBI Español.
Sin mucha crítica y responsabilidad social exigen recortes a las pensiones “sin anestesia”, no extrañamente lo mismo piden los buitres del sistema financiero en Irlanda. La lucha entonces está centrada en quien se apropia de los presupuestos: o se lo llevan los banqueros o se lo lleva el pueblo. Todo esto bajo similares argumentos que los argentinos conocemos muy bien: Si hacemos el ajuste tendremos el guiño del “mercado” y esto generará confianza. Pero los reclamos de los empresarios y el sistema financiero son como el bolsillo del payaso, no tiene fin ni límites, como un animal sin control pedirán más y más, haciendo sufrir a sus pueblos y arrastrarlos hacia una crisis cada vez mayor.
El Dios “Mercado” es perverso y solo puede ser detenido y regulado por la movilización popular y los Estados responsables que protegen los derechos de los Pueblos. La espiral no virtuosa recorta la inversión social y deja desprotegidos a los más débiles, pero además disminuye el consumo, lo cual repercute en el sistema productivo y así se profundiza la crisis. En la irresponsabilidad gubernamental se culpa a las minorías débiles: Gitanos y extranjeros son expulsados en una xenofobia absurda y lejos de recordar que fueron mano de obra barata en las épocas de crecimiento, hoy son lacras responsables de las crisis económicas que generaron los especuladores financieros.
Lejos de apuntar a los verdaderos responsables atacan al movimiento obrero y plantean que: “…los sindicatos han perdido credibilidad después de la huelga general, debido sobre todo a su incapacidad para comprender la gravedad de la crisis española…”. Seguramente los obreros no han hecho maniobras especulativas en los EEUU comprando por millones de dólares en bonos hipotecarios basura o en llevar sus ganancias a paraísos fiscales donde no puedan ser auditados. El socialismo de Zapatero es un poco extraño, ya que en la bonanza las ganancias son repartidas entre los empresarios, pero en las pérdidas los que deben pagar son los que menos tienen.
Por eso hablan de “firmeza, rapidez y contundencia”, y si es necesario, usar la fuerza pública para reprimir cualquier intento del movimiento obrero o las fuerzas sociales por defender sus legítimos derechos.
Paradójicamente los diarios monopólicos en nuestro país nos hacían creer, hace algunos años, del “milagro Español” y mostraban las colas de compatriotas embarcándose hacia “el primer mundo”. Hoy son Estados desesperados por recortar presupuestos y tienen como “única salida” evitar la inversión social. Hacernos menos zonzos es la tarea del momento, el pueblo Argentino y Latinoamericano debe aprender de lo vivido y comprender que el “ejemplo” Europeo ES UN SUICIDIO QUE NO QUEREMOS REPETIR.
Jorge P. Colmán
Grupo Jauretche-CTA-FTNyP
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